Pulitzer Center Update December 30, 2024
Guardianes del litoral: curso conecta conocimientos académicos y tradicionales para proteger los ecosistemas costeros en Colombia
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La Universidad Nacional de Colombia (UNAL), sede La Paz, se encuentra a menos de cuatro horas del mar, y cerca del río César, que desemboca en el río Magdalena, uno de los más importantes de Colombia. Debido a esta cercanía, era importante que los estudiantes conocieran más sobre la complejidad de los ecosistemas que los rodean y sus problemáticas.
Con ese objetivo, el Centro Pulitzer y la UNAL realizaron el Curso Taller Guardianes del litoral: pastos marinos, bosques y mares para la resiliencia costera. La actividad de dos días, celebrada a finales de noviembre de 2024, reunió a más de 80 personas, entre estudiantes, investigadores, profesores y representantes de las comunidades locales. Los estudiantes procedían principalmente de las carreras de biología, geografía y gestión cultural de la universidad, que es una de las universidades públicas más grandes del país.
“Colombia es un país megadiverso y tiene muchos ecosistemas costeros. Hay mucha complejidad, tanto en cada ecosistema como en sus relaciones, reguladores y procesos. Realizamos el curso para entender estas complejidades incluyendo las interacciones con las comunidades locales, porque muchas veces los profesionales llegan a estos territorios, pero desconocen los sistemas de conocimientos de las comunidades”, explicó el profesor David Sánchez, quien organizó el evento.
El profesor de la UNAL, Jorge Aponte, destacó la importancia del apoyo del Centro Pulitzer en la promoción de agendas ambientales en América Latina “eventos como este que articulan el periodismo, la discusión académica y los procesos realizados con las comunidades ayudan a difundir ampliamente conocimiento para que diferentes públicos puedan acceder allí”.
El primer día del evento abordó las características, desafíos de protección y restauración en ecosistemas como manglares, praderas, pastos marinos, formaciones coralinas y bosques secos. Para subsidiar las discusiones, reportages del Centro Pulitzer fueran utilizadas como series de historias en Perú, Venezuela y Colombia. Además, se presentaron iniciativas de restauración que se están llevando a cabo con los propios estudiantes de la UNAL, incluso en el bosque seco del campus. Los estudiantes realizaron ejercicios específicos sobre restauración e intercambiaron experiencias con los investigadores ponentes
El segundo día contó con la participación de pescadores de comunidades locales que ya participaron en proyectos de investigación y viven en las regiones estudiadas. Fue un momento para centrar las voces de la comunidad que contó con una charla de la becaria del Centro Pulitzer Edilma Prada, fundadora y directora de Agenda Propia, un medio de comunicación independiente para la cocreación periodística intercultural.
La charla de Prada cubrió recomendaciones sobre cómo dar voz a narradores locales en historias como ecosistemas a partir de su experiencia con el periodismo colaborativo intercultural. Otro aspecto fue la importancia de tratar a los ecosistemas como territorios vivos -personajes también de artículos periodísticos- y también la necesidad de explicar conceptos teóricos.
“Es el conocimiento local el que nos permite comprender los cambios en los ecosistemas, en los mares, los bosques y la crisis climática. Por un lado tenemos este conocimiento y por el otro también tenemos las soluciones que las comunidades están implementando. Fue muy interesante tener conversaciones como las que tuvimos en el taller. Lo he dicho en muchos espacios, no podemos seguir contando historias de lo que pasa en los territorios sin las voces de los territorios”, dijo Prada.
La investigadora María Benítez Trigos también contribuye al evento con perspectivas más allá de los círculos académicos. A través de su trabajo, ha resaltado la importancia de conectar diferentes ecosistemas, y también diferentes tipos de conocimiento: “La academia está escuchando a las comunidades, que es importante que hablemos a nivel local, regional, nacional, que la academia sea más inclusiva de verdad. debates entre academia y saberes ancestrales”. Durante sus conferencias, Trigos creó una cartografía de la región y mostró cómo las diferentes zonas, desde la montaña hasta el mar, están interconectadas.
“Cada línea que nos dijeron estos guardianes fue clasificando lo que podemos hacer, qué desafíos tenemos que abordar, la importancia de trabajar solo con lo científico, pero también con las comunidades. Ver los ecosistemas no sólo como esa interacción de animales, plantas y entorno, sino también empezar a verlo como un sistema social”, dijo el estudiante de biología Jorge Ribón. Él ya está al final del curso y, para él, estas diferentes perspectivas le ayudaron a sentar las bases para futuros proyectos de investigación y reforzar el respeto por las comunidades locales.
La también estudiante de biología Anyelix Soanes ya está trabajando en un proyecto de restauración de bosque seco con la universidad, y para ella el evento fue de gran utilidad para profundizar conceptos científicos que venía viendo en otras materias y ampliar horizontes “tenemos conocimientos muy técnicos y metodología científica rígida, y conocer empíricamente el conocimiento que tienen los pescadores fue muy enriquecedor”.
Próximos pasos
El profesor Sánchez también explicó que durante el evento se pudo discutir oportunidades de colaboración entre investigadores y pasantías para estudiantes: “Para los estudiantes fue enriquecedor establecer contactos y oportunidades de futuro, y para nosotros los investigadores, identificar qué agendas colaborativas podemos establecer”.
Lea más sobre el evento en el sitio web de la UNAL
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